Durante ese tiempo en que permanezco mal dormido, mal alimentado, sin luz. Miro alrededor y casi todo es oscuridad. Poco a poco el miedo desaparece. Aprendí a comer una sola vez al día. Esperar a que mi cuerpo dictamine el momento preciso. Me la juego. Una sola ración. Intento sentir que llene mis vísceras. Completo su recorrido con la imaginación. Y me voy haciendo fuerte. Frugal y Fuerte. Un flor de loto caníbal. Las tres primeras novelas de Knut Hamsun fueron Hambre, Pan y Misterios. Sed en el vientre. Sed en las amígdalas. Sed en el cuenco de los ojos. Hambre, Pan y Sed. Mi trilogía de Madrid. No soy un héroe. Soy un hambriento con sed. Un hombre sin dinero, sin comida, sin electricidad. No soy un personaje de novela. Paso hambre. 24 horas con los dientes preparados. Con la mandíbula asesina preparada. Soy un tipo que mea caga y padece insomnio. Un tipo que intenta resucitar. Estoy hecho así. Un espectro.
He bajado a caminar. Territorio de dos o tres calles. Más allá de este ámbito la ciudad me incita al hurto. Vuelvo a mi cuarto. Escribo un dietario de sombras. Depuro responsabilidades. Esparcidos por el suelo restos de la cena de ayer y mis huesos. El hambre deja depósitos de miedo en la memoria. No quiero olvidar que bajo la ducha mi cuerpo se lo tragó el desagüe. Pasé horas tumbado en la cama. Necesitaba tiempo para curar mis heridas. Hambre para purgar tóxicos y angustias. Necesitaba mirar cara a cara a el animal. Por las alcantarillas encontré huecos, salidas de emergencia, lugares en los que repostar. Expolié víveres. Comida fresca al otro lado de los muros. De los túneles sin hierba. Me quedo dormido. Desnudo sobre un panel de abejas. Memorias del Subsuelo. Fiódor Dostoievski se me aparece en sueños. Helicópteros.
HAMBRE
ART BY YAN NAZCA
MADRID 2012
ART BY YAN NAZCA
MADRID 2012